Es una técnica que pretende el tratamiento de algunos procesos que afectan a la vía biliar o pancreática, como la existencia de cálculos en el colédoco, pancreatitis de origen biliar, estenosis benignas o malignas, etc. La técnica requiere un endoscopio de características especiales (visión lateral y mayor calibre), el control radiológico y otros complementos como catéteres, dilatadores, catéter-bisturí, cestas, litotriptores (fragmentador de cálculos), etc.

El procedimiento, siempre con indicación del médico especialista precisa la adecuada sedación y en ocasiones incluso la anestesia general. También se me ha informado de los posibles riesgos de la sedación y de la anestesia general, controlada por un anestesista.

Con el paciente habitualmente en decúbito (acostado sobre su lado izquierdo o boca abajo) se introduce el endoscopio de visión lateral, progresando por esófago, estómago y duodeno hasta visualizar el orificio papilar, que se canaliza con un catéter a través del cual se inyecta contraste que será visualizado por radiología convencional para verificar el diagnóstico. Una vez canalizada la papila se utiliza un esfinterotomo que corta la papila a fin de poder pasar a través de ella utensilios que nos permitan la extracción de cálculos, limpieza de la vía biliar, colocación de prótesis biliares o pancreáticas, etc.