El tracto gastrointestinal es el tubo muscular que va desde la boca hasta el ano. Su estructura es diferente en los distintos tramos según los requerimientos de la digestión y absorción de los alimentos.
Estas pruebas se realizan de manera rutinaria en la práctica clínica.
El tubo a nivel intestinal está recubierto por microvellosidades que contienen sistemas enzimáticos responsables de la digestión y permiten el desarrollo de mecanismos de absorción muy eficaces. Además el tracto está regulado por un complejo sistema de control neurohormonal.
Las alteraciones en los procesos de digestión y absorción pueden producirse a distintos niveles y afectar a diversos componentes de los alimentos. Estas pruebas se realizan de manera rutinaria en la práctica clínica.
Requieren ingerir una cantidad concreta del elemento que se va a estudiar, esperar un tiempo para que se absorba y posteriormente, realizar las mediciones adecuadas para monitorizar su absorción. Entre las pruebas que se realizan más frecuentemente para determinar si existe alteración en su absorción o digestión están:
- TEST DE INTOLERANCIA A LA LACTOSA.
- TEST DE INTOLERANCIA A SORBITOL, FRUCTOSA, GALACTOSA
- TEST DE SOBRECRECIMIENTO BACTERIANO.