Erradicación del esófago de Barrett mediante ablación por radiofrecuencia
En CIDMA entendemos que el futuro de la medicina está en aunar las distintas técnicas.
La endoscopia oral es una técnica que permite la visualización de la pared del tracto digestivo superior (esófago, estómago y duodeno) con la finalidad de poder diagnosticar y tratar diferentes enfermedades que afecten este trayecto.
La técnica se realiza, habitualmente, con el paciente en decúbito (acostado sobre su lado izquierdo), y tras la introducción oral del endoscopio (a través de un abrebocas), se visualiza la pared del esófago, estómago y duodeno.
El médico me ha advertido la necesidad de avisar de posibles alergias medicamentosas, alteraciones de la coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, marcapasos, medicaciones actuales o cualquier otra circunstancia. Por mi situación vital actual (diabetes, obesidad, hipertensión, anemia, edad avanzada, etc.) puede aumentar la frecuencia de riesgos o complicaciones.
Para el tratamiento de ablación con radiofrecuencia del esófago de Barrett, tras medir la extensión de la metaplasia de Barrett, se introduce en el esófago, un balón especialmente diseñado para medir el diámetro del esófago. Tras establecer la medida adecuada, se escoge el balón del tamaño indicado, cubierto por una banda de electrodos, que aplican la radiofrecuencia. Este balón es inflado en la zona donde se localiza la mucosa del esófago de Barrett y se activa un generador de energía que aplica una corriente ablativa, durante menos de 1 segundo, que elimina una capa muy delgada (menor de 1 mm) del epitelio de Barrett esofágico.
Esta ablación está estrechamente controlada para evitar dañar el tejido sano subyacente. Un nuevo tejido sano reemplazara al tejido enfermo de Barrett en tres o cuatro semanas en la mayoría de pacientes, según los resultados de los estudios más recientes.